¿Cómo mejorar la autoestima?

10 hábitos para mejorar tu autoestima.


La autoestima no se hereda, se debe construir. Te ayudo con diez hábitos para construir una sana autoestima.



¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el conjunto de creencias percepciones y pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos. Esta valoración es un constructo que se basa en nuestras experiencias, por lo tanto está en continua revisión y es a partir de nuestras acciones que podemos modificarla.

Mejorar la autoestima es una petición que se vuelve muy recurrente como objetivo de terapia. Algunas delas personas que dicen tener una baja autoestima se muestran poco seguras de ellas mismas e incapaces, así mismo dicen tenerse un bajo autoconcepto.

La autoestima no viene de serie, no es un don con el que nacemos, ni tan solo es algo fijo, ya que hay que ir construyéndola a lo largo de la vida. Como bien afirmaba Oscar Wilde:

“Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance que dura toda la vida”.

Síntomas de tener baja autoestima

La autoestima no se hereda, hace falta construirla, algunas cosas que sentimos que nos pueden advertir que nuestra autoestima flaquea son:

  • Actuo buscando la aprobación de los demás.
  • Evito todo lo que supone un reto por miedo a fracasar.
  • Me propongo objetivos inalcanzables y eso me frustra y me hace sentir un fracasado/a.
  • Postpongo, aplazo, delego las responsabilidades.
  • La perfección bloquea mis acciones.

¿Cómo se construye la confianza en uno mismo?

La mayoría de veces el problema no es lo que está pasando, sino lo que hacemos con lo que nos está pasando, que como en este caso, de manera inevitable nos hace empeorar o mantener el malestar o la situación de la que estamos intentando escapar.

Si buscamos tener más confianza y seguridad, deberíamos empezar a pensar cómo dejar de aplicar soluciones que en vez de acercarnos a la autoestima nos alejan cada vez más de tener confianza en nuestros recursos personales. En éste artículo te sugiero diez hábitos empezar a construir esta sana relación contigo.

¿Cómo seria tu vida si tuvieras más autoestima?

El jueves pasado en una primera visita pregunté a mi paciente – ¿Qué tendría que pasar para que el problema que te trae aquí desapareciera por completo?, -Que tendría más autoestima, me contestó.

La siguiente pregunta no se podía hacer esperar: -¿Qué cambiaría en tu vida si ya estuvieras completamente segura de ti misma, si ya tuvieras esa ansiada autoestima?, -¿Qué cosas serían diferentes en tu día? Su respuesta nos llevó a imaginar como sería su vida con autoestima:

– Podría hacer, decir y actuar, por mi misma, sin lamentarme por si voy a ser capaz, sin buscar constantemente reaseguración el los demás , sin tener que pedir permiso o ayuda para afrontar cualquier situación simple que podría hacer por mi misma, también actuaría sin necesidad de aplazar por miedo a no hacer las cosas bien.

Cómo mejorar tu autoestima con 10 hábitos

La autoestima debe conquistarse a través de experiencias personales, hace falta que la persona pueda afrontar las dificultades inevitables del día a día que requieren de los recursos y capacidades personales, hace falta poder enfrentarse a diferentes obstáculos, superar límites, tomar retos para despertar esa confianza ansiada.

Muchas personas se preguntan si pueden mejorar su autoestima, probablemente no existe un elixir de la autoestima eterna, por eso es importante construirla diariamente con tus propios actos. Para eso te propongo 10 hábitos para construir tu autoestima.

Orientar tus hábitos hacia la dirección que escojas como si ya tuvieras autoestima te impulsará en la dirección correcta. Los hábitos de hoy construyen lo que seremos mañana, ya que somos lo hacemos repetidamente.

01

Afronta los retos que la vida te propone:

Es la modalidad principal con la cual cada uno de nosotros puede construir la seguridad en los propios recursos. Tan solo “evitando evitar” aquello que la vida te propone, podemos ponernos a prueba y desarrollar nuestras propias capacidades.

La autoestima se gana en la práctica, demostrándonos a nosotros mismos si estamos a la altura de aceptar el reto, no es un don del cielo.

Para poder fiarte de ti debes demostrarte que eres capaz, así pues para poder mejorar la autoestima hace fata tener el valor de poder correr pequeños riesgos, al principio deben ser pequeñísimos riesgos que pongan a prueba tus recursos personales, afrontar esos obstáculos te devolverá la sensación de seguridad y confianza que nutren la autoestima, por lo tanto, evita evitar todas aquellas situaciones que te separan de sentirte capaz.

02

Sube progresivamente el listón, pero no te plantees objetivos imposibles:

Posicionar bien nuestro listón es fundamental. Debemos evitar poner objetivos irrealistas en el modo o el tiempo y aceptar que cualquier habilidad compleja va adquirida a pequeños pasos.

Para conseguir saltar muy alto, primero debemos entrenarnos a con barras más bajas e ir alzándolas de manera progresiva. Convertirse en “saltadores expertos” precisa de esfuerzo y tolerancia a la frustración: ningún gran objetivo se puede alcanzar sin esfuerzo y determinación.

03

Nadie puede saltar en tu lugar:

Sentir que nos deben proteger disminuye nuestra sensación de capacidad. Aumenta tu confianza, autonomía y independencia asumiendo tu responsabilidad.

Hay que construir las conquistas a través de la experiencia personal, afrontando con los propios recursos y capacidades.

La responsabilidad de afrontar las pruebas que la vida nos propone es nuestra: si delegamos a otro para que asuma nuestros retos estamos perdiendo la posibilidad de crecer, además incrementamos nuestra inseguridad. Esto, obviamente no significa hacer todo solos: incluso los mejores saltadores necesitan un entrenador y el apoyo de las personas que tienen alrededor, pero, al fin, quien debe saltar son ellos.

04

La perfección es enemiga de la excelencia:

A menudo nuestro deseo de hacer las cosas bien se rigidiza tanto que bloquea la acción en la búsqueda de una perfección irreal y paralizante.

Quien pretende ser excelente debe aceptar una pequeña imperfección que lo protege de la gran imperfección. Quien quiere ser siempre perfecto en todo lo que hace, al contrario, se arriesga a caer en grandes imperfecciones, o por exceso de rigidez, o por pérdida de control.

Una forma sutil de evitar es postergar, lo que pone en juego nuestra seguridad personal. El aplazamiento tiene consecuencias nefastas, ya que nos hace menos capaces de actuar de manera voluntaria.

05

No intentes agradar a todos:

Pese a que nos desagrada, no podemos agradar a todos, vista la enorme variedad de gustos, valores, opiniones y actitudes que caracterizan el género humano.

Buscar obtener este objetivo quiere decir renunciar a uno mismo en nombre de una aprobación ilusoria, que además no llegará nunca. Podemos gustar a los otros solo si corremos el riesgo de mostrarnos como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos; todo el resto es “prostitución relacional”.

06

Las relaciones son como el tango:

Crear relaciones sanas, a nivel amoroso o amical, implica ser capaz de establecer relaciones recíprocas: Si queremos establecer una relación con alguien es importante dar el primer paso, dando señales de interés y apertura, pero una vez iniciada la relación, esta debe proseguir con una sana reciprocidad, un equilibrio justo entre el dar y el recibir.

Como en el tango o cualquier otro baile de pareja, se baila a dos y cada uno debe hacer su paso, en sintonía con el otro. Esperar que sea nuestro partner que nos arrastre en la danza, sin mover nuestros pies o, al contrario, tirar de él haciendo nosotros todos los pasos, porque queremos tanto deseo de bailar, como mínimo les hará pisarse los pies el uno al otro, y con mucha probabilidad, hará que uno de los dos interrumpa el baile.

Así es como el “altruista patológico”, que siempre y como da, crea una complementariedad en el otro de “insano egoísmo”, que toma sin dar. De manera opuesta, quien no se fía de los otros y se protege preventivamente acaba por permanecer solo y sentirse rechazado.

07

Si no cambias estás perdido:

Pese a que nos aficionamos a usar las estrategias que han resultado un éxito en nuestra vida, si en algún momento dejan de funcionar como al principio, o incluso si parece que empeoran nuestra situación, debemos poder cambiarlas.

En un mundo que está en constante cambio, si queremos mantenernos capaces y eficaces, debemos ser flexibles y adaptables. Con las palabras de un gran genio, Albert Einstein:

“La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar cuando es necesario”.

08

El corazón tiene razones que la razón no conoce:

Por mucho que nos seduzca la idea de que podemos dominarlo todo con la razón, no podemos controlar nuestro mundo emocional. Miedo, rabia, dolor, placer son todas las emociones fundamentales que deseamos poder gestionar sin la rigidez del control si no queremos de manera paradójica perder el control.

En la misma estela, debemos concedernos nuestra fragilidad, hasta llegar a prescribírnosla. La fragilidad negada, de hecho, se convierte en una debilidad peligrosa, mientras que la que aceptamos se puede convertir incluso, en un punto de fuerza.

09

Emplea tu tiempo para mejorarte:

Por mucho que se pueda estar satisfecho de uno mismo y de los resultados, necesitamos seguir cultivándonos en el arte de mejorarnos a nosotros mismos, desde todos los puntos de vista. Parafraseando a Nietzsche,

“En la vida todo aquello que no te eleva, corre el riesgo de rebajarnos”

10

Estás vencido sólo cuando te rindes:

Una actitud de desconfianza en nuestras propias capacidades provoca efectos devastadores. Creer poco en uno mismo y renunciar a ponerse a prueba confirma nuestra presunta incapacidad hasta volverla real.

No existe ningún progreso que no comporte algún fracaso. El percurso para convertirse en capaz, de hecho, implica probar, caerse y levantarse: el fracaso no es una derrota, sino parte integrante de la posibilidad de conseguir el éxito. La alternativa, la rendición, y la verdadera derrota como expresó Balzac:

“ La renuncia es un suicidio cotidiano”

¿Cómo te puedo ayudar?

Algunas veces, por mucho que intentamos tratar de solucionar nuestro problema lo complicamos todavía más, es entonces cuando es conveniente pedir ayuda profesional.

Acerca de mi

Soy Maribel de Maya, Psicóloga Clínica y mi vocación es ayudar y acompañar a personas, organizaciones o grupos a generar o recuperar y mantener el bienestar con el modelo de la Terapia Breve Estratégica.


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